Enclavado en la esquina de los jirones Ancash y Carabaya, al lado de Palacio de Gobierno y la histórica Estación Ferroviaria de Desamparados, el Cordano guarda en su memoria las visitas de numeros presidentes de la República, alcaldes, senadores y diputados. Fue mudo testigo de golpes de estado que se dieron en diversos pasajes de la vida del país y vio pasar por allí tanques que llegaban a interrumpir el sistema democrático y también a los de gobiernos dictatoriales.

Ingresar al Cordano es retroceder en el tiempo. Se encuentra usted con antigüedades de la vieja Lima bien conservadas. Como las vitrinas, las mesas, sillas, la buena atención y nada que decir de los platos criollos de todos los tiempos. Mención especial a los sánguches de jamón del país y del norte. Una sabrosura que invita al obligado retorno.

En 1978 los Cordano tomaron la sabia decisión de traspasar el negocio a sus trabajadores. Sin duda, fue un riesgo y todo hacía presagiar que el Restaurante-Bar se iría a pique. Pero los enrazados trabajadores tomaron el mando y fortalecieron la administración, para seguir atendiendo a su público querido, expresa con emoción el ancashino Jacinto López, referente de los trabajadores.

La época más difícil en su historial fue la de la pandemia del COVID. El restaurante-tuvo que cerrar y el horizonte se nubló.  Pero la garra de sus trabajadores hizo que las puertas de madera se reabrieran para seguir tesoneramente atendiendo a su público.

Este 13 de enero se celebrarán los 120 años levantando la copa de un "FERROVIARIO",  trago emblema que impusiera en el Cordano JOSÉ LUIS SÁNCHEZ LEÓN, simpático publicista y comunicador social que trabajó en el diario LA PRENSA de Don Pedro Beltrán Espantoso, cuando ese matutino funcionaba en la "Cueva de Baquíjano", cuadra 7 del jirón de La Unión". "SALUD" .

Un icono del centro de Lima el Restaurante El Cordano.

Prensa: Peruvirtual.net