KARLA BARRIOS: VEHÃŒCULO ELECTORAL

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Nos acercamos a un proceso electoral y una vez más nos encontraremos sin un respaldo político, sin encontrar un plan estratégico para el país o un equipo extendido a nivel nacional, sino seguramente figuras usando de vehículo a partidos para llegar a usar la banda gubernamental, y no está mal que los aspirantes quieran llegar como puedan, así tengan que prenderse con uñas y dientes al tan codiciado sillón presidencial. Lo que complica, es la debilidad que tienen los partidos políticos.

Mie, 30 Settember 2020

A los políticos claramente no les gusta sus partidos, un conjunto de políticos ni si quiera consideran necesario la creación de un nuevo registro partidario, porque es costoso, requiere tiempo, requiere diseñar estrategias de largo plazo, a lo que ellos son inmediatistas, en este contexto tampoco los ciudadanos quieren a los partidos. Porque en su mayoría está asociado con el pulpo corruptivo y de la misma forma dejando sus tentáculos soezmente en otras instituciones con harta hambre y necesidad del poder.

 

Por lo general los partidos políticos, tratan de generar cuadros y orientarlos hacía un horizonte donde todos comulguen con la participación del pueblo en la vida democrática, eso permitiría un trabajo eficiente reflejado con frutos de valor y perdurables. El problema es que el Perú no tiene un partido que se reconozca dentro de las características que acabo de mencionar.

 

Tenemos a un grupo de políticos que compiten de manera regular a un cargo de elección popular y que tienen un membrete inestable. Membrete que debería de ser de un grupo de militantes sustentados y de apoyo absoluto. Sin embargo dicho membrete suele ser personificado, es decir, que corresponde a un solo candidato, que cuando concluye su practica, independientemente si alcanzó o no su objetivo, también termina el viaje, a lo que yo llamo en el vehículo partidario

 

Evaluemos entre los 24 vehículos o buses electorales vigentes, los que en mi opinión son preocupantes:

 

-Por la Línea TAPER, encontramos a los fujimoristas, la cual sabemos que sus candidatos no tienen continuidad. sus membretes cambiaron de "Sí cumple", a "Fuerza 2011" y luego "Fuerza Popular".  Que sabemos que absolutamente todos sus actores llevan chupando miel de la corrupción. Su líder descalificada, y por de bajeada conviviendo con las mas altas y putrefactas esferas de poder, se conoce que ella es testigo y protagonista de muchos torcidos.

 

-En la Línea CHICAHARRÒN, tenemos a Acción Popular, sin un líder claro en la cabeza, y con una lista mojada por la baba de todo presuntuoso correligionario a figurar en la lista electoral 2021. Todos invocando a "Belaunde Terry" diciendo representar su doctrina, lo cual nos confunde un poco con las acciones actuales de su bancada, tal parece que la palabra ¡Adelante!, se está debilitando.

 

-Y en la Línea CORRE QUE ME QUEMO, donde el líder Morado recita la canción de Facundo Cabral, que dice "No soy de aquí, ni soy de allá". De centro promulga ser, en el cual, si lo vemos desde arriba, pareciera que priman el partido político y no el caudillo, pero basta revisar sus bases para confundirnos, ante la notable presencia de militantes pretendiendo cargos públicos, y siendo considerados en sus elecciones internas, a pesar de ser presuntos tentáculos chimpuneros, fujiapristas, entre otros repudiables. Cuidado, se incendian.

 

 

Sobre los demás partidos no me pronuncio porque solo me referiría a una persona de cara y no a un grupo, y ese sería quizá el principal de los defectos que los partidos adolecen, que no representan a una mayoría de personas, sino a un grupo de ciudadanos demostrado con un suceso de firmas o fichas de militancias para sustentar que están siendo apoyados. Aquí deberíamos preguntarnos, ¿Realmente las firmas representa un vínculo entre el ciudadano y un partido o es que una canasta básica, podría comprar una aprobación inmediata?. Para mí sin duda las firmas no garantizan el sentir de mi pueblo. En este sentido, creo firmemente que estamos equivocados en poner demasiadas trabas para la inscripción de nuevos partidos. Restringir solo nos llevó al fracaso, ya que distintas organizaciones se nos presentan como vientre de alquiler, comercializando los  cupos debajo de la mesa y otra vez no nos representan.

 

Hoy por hoy resurge un nuevo fenómeno partidario, que hace temblar a los tradicionalistas y reta aún más la incertidumbre del futuro Peruano, "RESTAURACIÒN NACIONAL "que se sabe cambiará el membrete desde su entrada del ex futbolista y actual Alcalde G. Forsyth por "VICTORIA NACIONAL", liderando la encuesta de Ipsos con el 23%, llevándose así, la mayor anuencia electoral al responder con una cara totalmente despolitizada, donde hermana con la ovación del pueblo.

 

Sin embargo siendo dos veces regidor y una vez alcalde, ¿Bastará para asumir la responsabilidad de todo un País golpeado, inmerso en crisis progresivas?

 

Lo que es claro es que la voluntad política, lo tiene, y sin duda la trayectoria nos deja de importar, cuando los antecedentes son medidos por la capacidad de ejecución.

 

Finalmente lo que cuenta es el discurso presidencial, en un sistema como el nuestro, ni siquiera promueve ganar votos, sino arrebatar tal cual facineroso, con discursillos que se repiten: "Educación y Salud para todos los peruanos, Combatir la delincuencia y No a la corrupción", como siempre, apalancándose de lo que debería ser nuestros derechos y no una simple propuesta de supervivencia, paporretas básicas de candidatos, sin sustento técnico,  ofendiendo nuestra inteligencia. En efecto, no tenemos a un grupo que nos responda a nuestro grito de hartazgo de un pueblo exasperado por un cambio tangible y conservado en el tiempo.

 

Nuevamente estamos solos.

 

El tema está en que los partidos puedan canalizar la democracia en un orden constitucional. Tenemos una deuda con la construcción de nuestra república y ya sea izquierda, derecha o centro, deberían de considerar la idea del republicanismo dentro de lo que significa dicha palabra "REPÙBLICA" y no siendo ultrajada por cada politólogo donde cada quien pone su propio sello, dejando el concepto al vacío.

 

Dado la coyuntura y el nivel de riesgo que nos encontramos, se agradece ser un ciudadano responsable con el voto consciente, y en tal circunstancias digo,

 

¡Qué Dios nos ampare y nos favorezca!

 

 

Por Karla Barrios De La Cruz - Politóloga y Activista Social